domingo, 25 de enero de 2015

LA TERCERA FUERZA

LA TERCERA FUERZA
Por: Maurice Nicoll

Hoy nos referimos a la fuerza neutralizante del trabajo.

En uno de los diagramas se dice que la parte del ser humano que puede crecer permanece inactiva mientras la vida sea la fuerza neutralizante.

La vida como principio neutralizante mantiene activa a la personalidad y pasiva a la esencia.

Así mantiene inactiva esa parte del ser capaz de crecimiento.

Entonces el hombre está inacabado, incompleto, no es un ser real, por tener una parte exterior desarrollada y la parte interior no desarrollada y muy a menudo en desacuerdo con la parte exterior.

Por lo tanto desde el punto de vista de esta enseñanza (y toda la enseñanza esotérica del pasado) la vida no desarrolla al hombre internamente sino solo exteriormente en apariencia —esto es, exotéricamente, que significa exteriormente, y no esotéricamente, que significa interiormente.

Para desarrollarse internamente el ser humano debe recibir un conocimiento especial que sólo concierne indirectamente a la vida y sus asuntos —cómo realizarse, cómo tener éxito, etc.—.

Este conocimiento le enseña lo que es y lo que puede llegar a ser internamente y le muestra cómo, esotéricamente —esto es, internamente, no es nada tal como es ahora, y que si ciertos temores exteriores y restricciones que existen en la vida y actúan como ligaduras, fueran eliminados, no tiene ataduras internas que lo mantengan integrado, y los deseos se desatarían y se disolvería, desaparecería, hasta dejaría de parecerse exteriormente a un hombre.

En este caso, cada influencia superior que llegue a él, al no tener ningún plano interior sobre el cual actuar, lo atravesará directamente y lo hará descender a una forma cualquiera de inhumanidad.

Esta es la situación —a saber, las ataduras exteriores mantienen al hombre integrado—.

Pero, como enseña el trabajo, al actuar contra las fuerzas de la barbarie, que rodean todas las culturas y tratan de engullirla, las fuerzas del hombre consciente actúan sobre la tierra, por cuyo medio las culturas son establecidas, y resisten por un tiempo esta inevitable usurpación.

Cada manifestación de cultura dura solo un tiempo y pertenece a las influencias superiores que llegan a la humanidad y se oponen a las influencias inferiores de la barbarie.

Estas fuerzas pertenecen a la fuerza neutralizante o tercera fuerza a que se refiere el trabajo en relación con hacer que la personalidad sea pasiva para que de ese modo pueda desarrollarse la esencia.

Una vez que la humanidad en general tenga una esencia desarrollada las fuerzas de la barbarie cesarían de actuar sobre la tierra entre los hombres y todo aquello por lo cual se discute y se lucha dejaría de existir.

Esto es, la guerra cesaría, porque esas influencias extraterrestres que causan la guerra actuarían sobre una esencia desarrollada de una manera muy diferente que sobre una esencia no desarrollada y serían recibidas por el plano interior del hombre.

Ahora bien, ¿qué significa todo esto?

Significa, para empezar, que no podemos hacer este trabajo y lograr resultados a menos de tener una base.

A no ser que haya una base mayor que uno mismo, no se puede sentir el trabajo, y asi no puede caer sobre el lugar correcto, las partes correctas de los centros, dentro de nosotros, lo cual es solo posible mediante una justa valoración.

No es una cuestión moral, sino una cuestión inteligente, practica.

Por ejemplo, si trato de encender la luz en un lugar donde no hay interruptor, no podre encender la luz.

Estoy en un lugar equivocado —aquí quiero decir, en mi propia casa, en la casa de mi mismo— y no hablo de la luz exterior, física, sino de la luz de la comprensión, que es una luz interior.

Todos los grandes diagramas del trabajo, empezando con el rayo de creación, con sus inagotables significados, fueron hechos para darnos una base y así abrir las partes no usadas de los centros.

Una gran base confiere gran fuerza y gran comprensión. Está más allá de nuestros pequeños “sies”o “Yoes”.

El Trabajo nos da ésta escala en lo referente a esta cuestión:

Mente Superior
Mente Psicológica
Mente Lógica
Mente Alogica

El señor Ouspensky dijo que a menos que un hombre se de cuenta que la mente superior debe necesariamente existir, no puede llegar a la comprensión psicológica.

La mente lógica puede explicar todo en función de si misma, empezando desde el mundo observable de la materia.

Pero carece de una gran base y así mantiene a un hombre donde esta.

Solo el sentimiento de una base mayor puede cambiar a un hombre, porque abre en el la mente superior.

Cuando un hombre empieza a darse cuenta que la vida no puede ser explicada en función de si misma y si se la toma así carece de significado y se convierte en una tortura para su razón, entonces la salvación radica únicamente en llegar a otra y más profunda interpretación de la vida —a saber, que hay algo sobre y por encima de la vida visible— otro significado de toda la cuestión.

Esto es exactamente lo que enseña el trabajo.

La vida en función del gran rayo para el hombre sobre la tierra, como parte de la maquina amplificadora insertada en llamada vida orgánica, carece de significado.

Es ahechaduras. Su verdadero significado solo deriva de la octava lateral del sol, a la cual nos hemos referido recientemente en conexión con el hombre que sirve a la naturaleza o el hombre que sirve al trabajo.

Aquí, en el trabajo, un hombre, una mujer, hallan gradualmente su verdadera significación —esto es, a condición que tengan algo en ellos que responda a la enseñanza esotérica o que hayan llegado al fin de la vida y tengan la certeza de que hay otra cosa.

Tal hombre o mujer pertenece a la categoría del Buen Amo de Casa tal como es definido por el Trabajo —a saber, alguien que ha cumplido con todos sus deberes y es responsable y sigue siéndolo, pero que no cree en la vida.

Este es el punto de partida.

En tal caso el hombre, la mujer, contemplan la vida diferentemente.

La vida deja de ser un fin en si misma.

La vida y su situación se convierten en un medio para trabajar.

Entonces cada experiencia es tomada como una experiencia en si misma —una experiencia en no identificarse, por ejemplo— y no se buscan resultados en la vida.

Todo el punto de vista se modifica.

Este es el comienzo de la Mente Psicológica.

Luego ese hombre, esa mujer, ya no son mas controlados por la tercera fuerza de vida —la fuerza neutralizante de vida— sino por la fuerza neutralizante del trabajo, esta otra tercera fuerza que puede cambiar el equilibrio interior de modo que la personalidad ya no sea más activa y la esencia pasiva, sino que la esencia llegue a ser gradualmente activa y crezca, y la personalidad llegue a ser pasiva y disminuya gradualmente.

Tal persona ya no es más una persona mecánica trabajada por la vida.

Abandona el círculo mecánico de la Humanidad.

Llega a ser más equilibrada por el obrar mismo sobre ella de la comprensión psicológica.

Ya no es más violentamente parcial, porque, gracias a la comprensión psicológica, ve al mismo tiempo los dos lados de una cuestión.

Así sus juicios cambian —primero, su manera de juzgarse a si misma— porque el juicio de si mecánico hace que sea desequilibrada, debido a lo cual la observación imparcial es tan necesaria.

Entonces comprende a los otros y no los juzga — ilimitada libertad—.

Tales personas pasan ahora de la comprensión lógica, que divide todo en "si" o en "no", al juicio.

Sus dos mitades, la oscura y la clara, se entremezclan.

Comprenden una observación del trabajo en su justo valor y en escala correcta.

Se dan cuenta que en ellos hay una escala (les pertenece desde el nacimiento).

Brilla en sus mentes otra luz de comprensión y suscita en las cosas una armonía imposible para la mente lógica —esto es, la mente formatoria, la que no puede, por su función y estructura, que es dividir todo en "si" y "no", poseer la tercera armoniosa fuerza de unión del trabajo.

Recuerden que el trabajo dice que el centro formatorio es la tercera fuerza ciega.

Quiere decir la fuerza-trabajo —la tercera fuerza del trabajo—.

Ahora bien, cuando el gran significado de la enseñanza esotérica penetra en la mente, cambia de posición todas las cosas que están en ella y las dispone en su orden correcto.

Da nacimiento a μετάνοια o metanoia, al cambio mental, a la comprensión psicológica.


Maurice Nicoll

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