LA SEGUNDA FUERZA EN UNO
MISMO
POR: Maurice Nicoll
Recientemente se
hicieron algunas preguntas sobre el significado de la segunda fuerza en uno
mismo.
Me preguntaba si los
siguientes ejemplos podrían describir triadas si fuéramos más conscientes en
las tres fuerzas:
Esperamos que las cosas
salgan bien = primera fuerza.
No salen bien, nos
resistimos, y no lo aceptamos = segunda fuerza.
PODRÍAMOS VER A QUÉ SE
ASEMEJA REALMENTE LA VIDA………
Podríamos ver a qué se
asemeja realmente la vida, hacer uso de los eventos como de un terreno de
trabajo y hacer de la "vida nuestra maestra" = tercera fuerza.
O por otra parte, la
idea de una persona tal como se desea que fuera = primera fuerza.
Sus acciones y nuestra
aversión por ellas = segunda fuerza.
Podríamos permitir que
fuera ella misma y ver la relación desde el punto de vista del trabajo =
tercera fuerza.
Creo que esta clase de
segunda fuerza adopta muchas formas tales como compasión de si, antipatía,
irritación, etc., y todas surgen de la misma actitud".
Comentando las antedichas
observaciones, diría que estos son ejemplos de cambiar la segunda fuerza por la
fuerza de las ideas del trabajo —por una conciencia acrecentada.
LA TERCERA FUERZA DEL
TRABAJO………
La tercera fuerza del
trabajo difiere de la vida y altera las triadas de vida.
Al traer conscientemente
el trabajo a esta situación cambia al mismo tiempo la primera y la segunda
fuerza, a saber, por medio de la observación comprendemos que usted espera que
la vida le sea conveniente y la ve como un hábito mecánico y también ve a qué
se asemeja la vida.
Aquí el trabajo esta
obrando sobre usted.
De otro modo sería
probablemente desdichado porque las cosas son como son, y no tiene nada
proveniente del trabajo en su manera de tomar las cosas.
Esto es, reacciona
mecánicamente y no concibe que se pueda reaccionar diferentemente.
No entiende ni se da
cuenta de qué trata el trabajo a saber, el cambio de uno mismo.
Expliquemos qué es la
segunda fuerza en uno mismo.
Es diferente, por
supuesto, de la segunda fuerza en la vida externa.
Para una persona que está
en la cárcel, que solo desea huir, los barrotes y carceleros son la segunda
fuerza que se opone a su deseo.
Pero si pudiera escapar
y temiera correr ese riesgo, la segunda fuerza estará conectada también con su
temor, y por eso estará en ella, no fuera de ella.
La segunda fuerza
depende de la primera fuerza.
La gente quiere ser
feliz.
Tenemos muchas cosas en
nosotros que nos hacen desdichados.
La segunda fuerza esta
entonces en nosotros.
No obstante, solemos
ignorarlo a todo lo largo de nuestra vida y atribuimos todo a la casualidad y
las circunstancias.
Entonces no se ve nada
sobre lo cuál trabajar.
Este es un estado
ingenuo — un estado muy común.
Dije que la naturaleza
de la segunda fuerza depende de la primera. (Hablaremos sobre todo de estas dos
fuerzas.)
¿Por qué la segunda
fuerza depende de la primera fuerza?
La gente suele creer que
la segunda fuerza es una cosa definida que no sufre cambio alguno, como un trozo
de algo—
Por el contrario, la
segunda fuerza está cambiando continuamente y pasando por diferentes cosas y,
sin embargo, es siempre la segunda fuerza.
¿Que significa esto?
Por definición todo
puede conducir la primera, la segunda o la tercera fuerza.
Cuando una cosa conduce
la segunda fuerza es llamada oxígeno; la que conduce la primera fuerza es
llamada carbono.
CODICIA………
Cuando se mira algo con CODICIA,
esto conduce para uno mismo la primera fuerza.
Para otra persona que lo
ve como un obstáculo, conduce la segunda fuerza.
Estas tres fuerzas
desempeñan siempre un papel en todo, cambiando los lugares, alterando el valor
de las cosas, ahora, en la vida cotidiana, y en escala mayor, en diferentes
etapas de nuestra vida.
Imaginemos que las tres
fuerzas son rayos de luz de color rojo, amarillo y azul: entonces el lugar donde
cae el rayo rojo es la primera fuerza, donde cae el rayo amarillo es la segunda
fuerza, y así sucesivamente.
Pero los rayos pueden
cambiar de posición y lo hacen constantemente, de modo que lo que atrae se
invierte, y viceversa.
No es ni la cosa ni el
evento sino la fuerza que estos conducen lo que tiene importancia para una
persona.
El amor nos hace ver una
cosa de un modo: el odio nos las hace ver de otro modo.
Es la misma cosa, pero
conduce diferentes fuerzas en diferentes tiempos.
Esto, como lo habrán
advertido, es desconcertante y molesta mucho mientras se viva únicamente bajo
la ley del péndulo.
Al cabo de un tiempo la
posición de la conciencia es trasvasada más hacia el centro y uno no se
identifica tanto con los extremos.
Esto significa llegar a
ser consciente en una fuerza.
En realidad no sabemos
lo que queremos — esto es, no somos conscientes de la primera fuerza en
nosotros.
Sin embargo está obrando
en nosotros y creando su propia segunda fuerza en todo momento, aunque no veamos
aquello que lo esta haciendo.
Como hemos dicho, la
naturaleza de la segunda fuerza depende de la primera fuerza.
Si tomamos lo que
queremos —el deseo, las ganas, las expectativas, las esperanzas— como si fueran
la primera fuerza, entonces, sea cual fuere la naturaleza de nuestro deseo,
hará surgir una especifica y definida segunda fuerza que se opone al deseo.
A veces la segunda
fuerza aparece en seguida, a veces aparece al cabo de un rato.
Aparece necesariamente,
pero no necesariamente en la forma que podríamos predecir —esto es, no vemos
conexión alguna.
De hecho, la segunda
fuerza suele aparecer sin que comprendamos por que surgió.
El conocimiento de sí
nos hace ver mejor.
Ya que cada vez que
surge la primera fuerza está en relación con la segunda fuerza, no podemos
estudiar la segunda fuerza en nosotros a menos de ser más conscientes de la
primera fuerza, la que, como se dijo, puede estar obrando en todo momento sin
que la veamos.
El deseo siempre espera
ser diferente, es una especie de primera fuerza continua, vaga, convoca una
segunda fuerza vaga, continua, que aparece como algo perteneciente a las
circunstancias exteriores.
LA SEGUNDA FUERZA ESTÁ
EN NOSOTROS MISMOS………
Pero la segunda fuerza
no está en las circunstancias exteriores sino en nosotros mismos.
Les parecerá difícil de
creer, pero cuando se carece de conocimiento de si, todo se produce al parecer
por culpa de algo exterior.
Nuestros sentidos están
volcados hacia el exterior.
No nos observamos a
nosotros mismos.
Estas son ideas
fundamentales y son constantemente repetidas por la gente.
Recientemente, en una
conversación que versaba sobre la segunda fuerza, alguien preguntó por qué las
cosas exteriores siempre parecían impedirnos obtener lo que deseábamos.
Esa persona quería decir
en realidad que era difícil ver cómo la segunda fuerza, que estaba en nosotros,
nos impedía obtener lo que deseábamos.
Otra persona dijo que
había observado que cuando las cosas exteriores andaban bien tenía aún un
sentimiento de insatisfacción que mostraba que la segunda fuerza estaba
realmente en nosotros.
Esta es una buena
observación.
¿Dónde esta la segunda
fuerza en mí mismo?
No veo que soy estúpido,
ignorante, perezoso, egoísta, mezquino, tacaño; no veo mi superficialidad, que
soy mala lengua, mentiroso, incapaz y difícil.
Todo esto es la segunda
fuerza en mí.
Ouspensky, una vez,
cuando hablaba sobre la segunda fuerza en nosotros mismos, dijo que la
ignorancia era una de sus formas más comunes.
La gente PRETENDE
siempre que conoce todo.
Contestan como si
conocieran todo cuando en realidad no conocen nada y esto aumenta su
ignorancia.
En realidad, pensar que
se es ignorante respecto de una cosa es muy diferente de PRETENDER que se la
conoce y quedar desconcertado si se le pregunta acerca de ella.
CREAR EL DESEO DE
CONOCERLA………
Si se llega a tener conciencia
de la propia ignorancia en lo concerniente a alguna cosa, ello puede crear el
deseo de conocerla.
La situación es entonces
muy diferente.
IGNORANCIA
AUTO-RECONOCIDA Y DESEO DE CAMBIAR………
Donde antes había FINGIMIENTO
e ignorancia dormida hay ahora ignorancia auto-reconocida y deseo de cambiar.
Ahora bien, todas las
formas de fingimiento constituyen una primera fuerza que inevitablemente hace
surgir ciertas formas de la segunda fuerza.
El trabajo dice que uno
de los mayores males es FINGIR.
Surge un cambio en la
conciencia a través de la observación de si, y el sentimiento de uno mismo
cambia, y con ello hay cada vez MENOS FINGIMIENTO y cada vez MÁS COMPRENSIÓN DE
LO QUE EXISTE EN UNO MISMO Y DE CUAL ES EL ESTADO DEL PROPIO SER.
Todo esto cambia la
primera y la segunda fuerza en nosotros.
Pero este cambio se
efectúa por medio de la orientación del trabajo.
¿Qué es la segunda
fuerza en nosotros en relación con el deseo del recuerdo de si, con el deseo de
despertar?
Se ve al punto que el
trabajo nos dice que son las fuerzas que impiden el despertar en nosotros.
Todo el trabajo puede
ser comprendido a esa luz.
Si estoy muy
identificado con UNA AMBICIÓN DE VIDA esta será la segunda fuerza en mí en
cuanto al trabajo.
Me hará caer en el
sueño.
Ahora bien, supongamos
que podríamos hacer todo desde el trabajo.
Nada cambiaría quizás en
lo que hiciéramos, pero la relación interior cambiaría.
A este respecto es muy
interesante estudiar la naturaleza de la segunda fuerza en nosotros mismos en
relación con las tres líneas del trabajo.
Muchas veces se ve por
medio de la observación de si que en uno mismo hay un 'yo' que se opone a otro
'yo', o un grupo de 'yoes' que se opone a otro grupo de 'yoes'.
Cuando la fuerza que se
opone llega a ser predominante se convierte en primera fuerza.
Por ejemplo, algunos
'yoes' suelen hablar equivocadamente y otros 'yoes' se dan cuenta de que esa
charla equivocada se detendría si fuéramos capaces de recordarnos a nosotros
mismos.
¿Qué grupo de 'yoes' se
convertirá en primera fuerza?
Hace algún tiempo les
aconseje que tuvieran mucho cuidado al levantarse por la mañana y que
trabajaran cuidadosamente sobre si y, de hecho, antes de levantarse.
Toda clase de 'yoes'
desagradables suelen charlar de sus molestias y tener puntos de vista sobre el
día y si los escucha absorberá impresiones negativas y de éste modo empezará el
día con su buena ración de veneno.
Recuerde que no debe
tornar las cosas como lo hace y que esto se aplica tanto a la vida interior
como a su conducta en la vida exterior.
Si dejan penetrar
innumerables impresiones negativas de sus propios pensamientos y memorias
aumentarán la segunda fuerza en ustedes mismos en conexión con la primera
fuerza que trata de despertar y vivir en la vida del trabajo hasta cierto punto
durante el día.
Se pueden llevar dos
vidas.
Al cabo de un tiempo se
conoce lo que significa la otra vida que se puede llevar en sí y que el trabajo
puede formar en usted, y la puede distinguir de la vida de los asuntos
ordinarios cotidianos.
Eventualmente se llega a
vivir en las dos vidas.
Gradualmente dejan de
oponerse la una a la otra.
Lo repito: para ver la
segunda fuerza en nosotros es preciso llegar a ser consciente de la primera
fuerza.
Recuerdo que alguien,
hace muchos años me habló de un sueño que se repelía. ‘‘Soñaba", me dijo
esa persona, "que estaba sentada en un alto trono.
Al parecer una inmensa
multitud me rodeaba con la cabeza inclinada.
De pronto el trono cede
y siento que me estoy cayendo y me despierto asustado".
Aquí se ven, por así
decirlo, tanto la primera fuerza corno la segunda obrando sobre dicha persona.
Esa persona tenía un orgullo
intratable, pero no tenía conciencia de ella.
Esta, según mi parecer,
es una pésima disposición de fuerzas en uno mismo que, probablemente, hará que
la vida sea difícil y desagradable.
Puesto que las tres
fuerzas existen en nosotros como en todo el universo, no es de sorprender que
en nosotros exista un freno que, por ejemplo; impide que nos demos cuenta de la
idea contenida en un sueño como el que hemos citado antes.
A este respecto
recordaran quizás un tipo similar de sueño en el antiguo testamento, donde se
describe a una persona de superlativa ambición y vanidad.
Este es el sueño que Nabucodonosor
refirió al profeta Daniel, dijo:
"Me parecía ver en
medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande.
Crecía este árbol, y se
hacia fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde
todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y
había en el alimento para todos.
Debajo de el se ponían a
la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del
cielo, y se mantenía de el toda carne".
El rey sigue refiriendo
como en su sueño un "vigilante y santo descendía del cielo" y
ordenaba que se derribase el árbol, y que se dejase la cepa de sus raíces en la
tierra, diciendo "sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea
su parte entre la hierba de la tierra".
Era menester hacerlo
para que "conozcamos los vivientes que el altísimo gobierna el reino de
los hombres".
Daniel interpretó el
sueño como una señal de que la arrogante ambición del rey, que ya alcanzaba al
cielo y a los confines de la tierra, iba a ser derribada para que reconociera
que Dios podía dar todo el poder sobre la tierra a quien quería.
Lo que deseo señalar es
que si la primera fuerza es equivocada, todo el estado interior puede volverse
ineficaz y hasta peligroso —esto es, las relaciones consigo mismo muy malas—.
Por eso es preciso
examinar y observar la primera fuerza, y luego llegar a ser gradualmente
consciente de ella.
¿Qué desean?
Consideren sobre este
particular las ideas contenidas en el sermón de la montaña y las ideas de la
oración del señor.
Maurice Nicoll

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